Se sabe que ciertas personas tienen cierta tendencia a decantarse por relaciones de largo plazo mientras que otras tienen predilección por relaciones de corto plazo. Lo que este estudio sugiere es que estas tendencias presentan cierta asociación con determinados rasgos faciales.

Casi tres cuartas partes de la población podría adivinar con precisión tus preferencias de pareja sólo analizando tu cara.

De una sola mirada mucha gente es capaz de intuir una sorprendente cantidad de cosas en nuestro rostro.

Por ejemplo, los hombres que tienen nariz prominente, mandíbula cuadrada y ojos pequeños transmiten que prefieren las relaciones cortas. Asimismo, las mujeres con labios gruesos y ojos alargados transmiten también esa misma señal.

Para ese estudio, se mostraron a diferentes personas fotografías de varios individuos y se les pidió adivinar cuál sería su comportamiento y preferencias sobre:

– Relaciones de corto plazo;
– Relaciones de una sola noche; y
– Relaciones sexuales sin amor.

Sorprendentemente, el 72% identificó correctamente las actitudes sexuales de los hombres y mujeres que aparecían en dichas fotos, sólo a partir de la observación de sus rostros.

La Dra. Boothroyd, autora principal del estudio, manifestó:
«Los resultados sugieren que, aunque algunas personas pueden juzgar la estrategia sexual de otros simplemente observando su cara, la gente no está siempre segura de sus impresiones, posiblemente porque las señales son muy sutiles. Sin embargo, las preferencias por los diferentes tipos de rostro realmente eran bastante fuertes. Esto demuestra que las impresiones iniciales pueden ser parte de cómo evaluamos a potenciales parejas – o rivales – la primera vez que los vemos. Estas impresiones se atenuarán a lo largo del tiempo, dando paso a un conocimiento más profundo de esa persona a medida que la conoces mejor y pueden incluso cambiar con la edad».

Así, los hombres con mandíbula cuadrada, nariz prominente y ojos pequeños fueron señalados dentro del grupo de mayor masculinidad. Sin embargo, y para relaciones de largo plazo, las mujeres tienden a evitar este tipo de hombres que parecen demasiado masculinos, prefiriendo aquellos que, en apariencia, parecen mejor predispuestos para una relación a largo plazo. Los hombres, al contrario, tienen tendencia a buscar mujeres que aparentemente podrían preferir para una relación de corto plazo.

El Dr. Jones, otro de los autores del estudio, explica:
«Muchos estudios previos han demostrado que la gente se hace una composición general de una persona por la fisonomía de su cara, incluyendo cosas como su estado de salud, o incluso rasgos de personalidad, como si es introvertido o no; pero este es realmente el primer estudio que demuestra que las personas también son sensibles, a la hora de juzgar el tipo de relación que la otra persona desea, a sutiles rasgos en su rostro».

El profesor Perrett, otro coautor del estudio, apunta:
«Mientras que las caras, en general, pueden dar pistas de la actitud sexual, los hombres no deben presuponer que una mujer, por las señales que transmite su rostro, va a desear el tipo de relación que ellos presuponen, ya que al final lo que importa es la elección de la mujer. Y, sin duda, la mayoría de las mujeres consideraron que los hombres de aspecto promiscuo no eran atractivos para relaciones ni de corto ni de largo plazo”.

El estudio al que hacemos referencia fue publicado en la revista “Evolution & Human Behavior” (Boothroyd., 2009).